9372 - La cuestión póntica ante el servilismo
N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou
El servilismo, incluso cuando es institucional, permanece servilismo. Puesto que la mentalidad es única y no cambia según el estatus. ¡Así es la esclavitud! Epícteto ya nos lo explicaba: ¡considérate a ti mismo como ser libre o esclavo, todo depende de ti! La cuestión póntica no concierne sólo a los Pontios, sino además a todos los griegos y a los hombres, porque es un crimen contra la Humanidad. Así, las reacciones de los serviles contra el aniversario del genocidio son siempre indicativas no sólo de su creencia sino también de su insuficiencia constitucional. Y la razón es sencilla. A partir de 1994 ya no son los Pontios los que organizan el aniversario, sino el propio estado, ya que ha reconocido oficialmente el genocidio de los Pontios a través de la ley del parlamento griego. En consecuencia cualquier prohibición en este contexto es simplemente ilegal. En todo caso, los Pontios, y en general los griegos, son los hijos de Antígona y nos los secuaces de Creonte. Por consiguiente, el aniversario nos permitirá averiguar en definitiva quién cree en los valores y quién es esclavo de los principios. Puesto que en este marco humano se prohíbe la prohibición. Incluso cuando el nazismo prohibía las reuniones, nuestros antepasados griegos nunca tiraban la toalla. Lo mismo hacían durante la junta dictatorial. En estas batallas salieron siempre ganadores porque protegían los derechos de la Humanidad. Nadie nos va a asustar. Y si acaso quieren detenernos, que no nos lleven solamente a la cárcel o al exilio; que nos manden a los campos de concentración, tal y como hacía la barbarie antes que ellos, ¡porque no nos detendremos por nada! De esta manera, al menos, nos convertirán a todos en Justos, en lugar de permanecer indiferentes ante el dolor de los Pontios. El aniversario no es una simple reunión. El crimen contra la Humanidad no es sólo un crimen. Por esta razón no se borra, no se prescribe, aun cuando lo quieran los verdugos y los serviles. Ahora que el Parlamento Europeo ha reconocido el crimen contra los armenios, los asirio-caldeos y los pontios, ¿vamos a retroceder? Desde 2006 han cambiado las circunstancias, incluso en la Unión Europea. Y en 2010 Suecia nos ha reconocido, transformando oficialmente la cuestión póntica en un problema internacional. Ya nadie nos puede ver como pintorescos. La cientificidad de la prueba de la existencia del genocidio ha dejado de ser un tema de negociación gracias a la obra del Sr. K. Fotiadis. Tenemos día de conmemoración gracias a la determinación del Sr. M. Charalambidis. Tenemos libros de historia gracias al Sr. A. Pavlidis. Tenemos congresos gracias a la organización de la Sra. Ch. Sachinidou. Tenemos ya una juventud que no obedece más a las órdenes de las instituciones y funciona según el deber para con las generaciones que nos siguen. Tenemos que comprender todos que no somos sólo el “nosotros”, sino que somos también los demás, los que no consiguieron conducir al genocidio. Somos “los demás” que recordamos a los nuestros y que en cada aniversario estamos juntos a nuestros muertos. Que lo entiendan, pues, todos los que no creen en nuestros valores, que tal prohibición de reunión es una prohibición para nuestros muertos. Que se atrevan, pues, a prohibir a los muertos venir al aniversario, porque ¡ellos nos estarán esperando allí cada año!