2642 - Las desgarradas entrañas
N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou
Nuestros vientres no eran ni felices ni infelices,
eran sólo y sencillamente redondos,
tensados como la piel de los tambores
que no eran capaces de hacer música.
Y a la espera del desgarro de nuestras entrañas,
cantamos el primer canto de la libertad