El retraso de la lucha póntica tiene muchas razones. Aunque hemos logrado el reconocimiento del genocidio de los griegos del Ponto en Grecia, Chipre, Suecia, Armenia, en dos Estados de Australia, en nueve Estados de América, es obvio que las cosas van muy lentamente. En primer lugar, hay conflictos internos que nos desarman el trabajo dirigido al extranjero. En segundo lugar, la autoridad cree que el genocidio es cuestión del pasado que debe ser revisado, mientras que se trata de hechos reconocidos por el propio Parlamento Europeo. En tercer lugar, los griegos pónticos se han incorporado en los partidos políticos y siguen sus instrucciones, a pesar de que estas últimas violen la Lucha Póntica. En cuarto lugar, los griegos pónticos votan independientemente del contexto del reconocimiento a nivel nacional. En quinto lugar, sólo recientemente hemos activado la alianza de las víctimas, o sea, los armenios, los asirios y los griegos, mientras que vemos que este enfoque es más eficaz. En sexto lugar, en Grecia todavía no hemos reconocido el genocidio de los asirios, mientras que pertenece a la Trinidad de Genocidios. En séptimo lugar, muchos griegos pónticos creen que el reconocimiento es el fin, no conocen el proceso de reparación y tampoco se dan cuenta de que su genocidio constituyó el ejemplo para Lemkin, cuando inventó la palabra genocidio. En octavo lugar, las artes no apoyan lo suficiente, por los medios que tienen, la Lucha Póntica. En noveno lugar, hay una falta de conocimiento de la historia y estrategia para los próximos pasos. En décimo lugar, muchos griegos pónticos no se han dado cuenta de que Ponto está ocupado y que su liberalización está relacionada con Armenia Occidental ya desde 1920.