24329 - Provocación azerí
N. Lygeros
Traducción al español de Olga Raptopoulou
Los hechos ocurridos en Artsaj no son neutrales y constituyen las consecuencias de la provocación azerí. Cada vez vemos que los azeríes lanzan este tipo de ataques con el fin de cambiar, en vano, la realidad, y al mismo tiempo nos damos cuenta de que la estrategia armenia va explicando desde hace años que no hay problema alguno y estamos muy lejos de la guerra de 1994. En realidad, dicha situación no es estable, ya que falta la robustez en las posiciones. Asimismo, si bien Turquía apoya siempre de manera insidiosa a los azeríes, Armenia no ha reconocido todavía la naturaleza de Artsaj. Es comprensible que hay asuntos diplomáticos y Armenia no quiere anunciar, sin subterfugios, lo que realmente guarda en su corazón sobre Artsaj que siempre era tierra armenia. Todos sabemos de la realidad histórica de Artsaj y la provocación azerí no nos puede afectar, porque durante años estaba intentando en vano desorientar a los extranjeros que no conocen la verdad. Por lo tanto, es muy importante que exista una coordinación de nuestros movimientos, de modo que se conviertan en actos, con el fin de ayudar incluso prácticamente, porque vemos que la resistencia por sí sola no es suficiente y la estrategia alta debe llegar a ser más eficaz contra los ataques barbaros, la provocación y los trucos. Esta tierra no es solamente armenia en el sentido del suelo, sino del espíritu también, ya que es obvio por las iglesias y los monasterios; pero, civilización que no está protegida poliorcéticamente, no tiene futuro, a pesar de que tenga un pasado de siglos de historia.