Cada vez más personas de origen armenio obtienen el carnet de identidad de Armenia Occidental, porque perciben que es una manera práctica de respetar no sólo la existencia, sino también la vida de sus antepasados que han sufrido el genocidio. Cada carnet de identidad de Armenia Occidental es una acción tangible de resistencia ante el olvido de la barbarie. Y ahora vemos que los griegos pónticos, también, han comenzado a informarse y obtener los primeros documentos de identidad de la región, ya que ellos también tienen los mismos derechos, no sólo como descendientes de la gente de la región, sino también como ciudadanos de Armenia Occidental. Por lo tanto, una visión que nació en 1919 durante las conversaciones en París, y que se convirtió en una realidad a través del Plan de Wilson, ahora adquiere carne y huesos por el carnet de identidad, donde se presenta la bandera oficial. Gracias al gobierno de Armenia Occidental, que expide dicha carnet de identidad, todos los que son luchadores se dan cuenta de la importancia de esta acción que provoca un cambio de fase. De hecho, todos los que creen que las fiestas no son suficientes para que puedan considerarse como un griego póntico verdadero, obtienen ese carnet, ya que es reconocido por el Palacio de las Naciones en Ginebra, donde la delegación de Armenia Occidental ya ha asistido muchas veces. De esta manera comprendemos que Armenia Occidental es el futuro del Ponto, incluso a nivel práctico. Y para todos aquellos que no creen que eso ocurra algún día, ven ahora que esta es la mejor manera y más eficaz de hablar de los cien años desde el genocidio. Resumiendo, no miramos sólo al pasado, sino al futuro del pueblo.