En una de las iglesias cristianas más antiguas del mundo, en la ciudad de Echmiadzin, la Iglesia armenia ha proclamado mártires a las víctimas del Genocidio. Este acto innovador, por parte de la Iglesia, constituye algo único, debido a la multitud de los mártires. La misa fue oficiada por el Catholicós de Armenia y de todos los armenios y el Catholicós de la Santa Sede de Cilicia y utilizaron catorce reliquias. Además, participaron representantes de Inglaterra, America y de Canada. A través de este acto, que no es un simple movimiento, la Iglesia armenia toma posición e incorpora la cuestión del genocidio de los armenios a un nivel religioso, asegurando de tal modo una victoria ante el olvido, dando un paso más allá hacia la verdad. El mensaje cristiano no deja duda alguna y se basa en el esquema mental de que todos los genocidiados no eran simplemente víctimas, ya que ni tan siquiera cambiaron su fe para proteger sus vidas. Hasta el final de sus vidas permanecieron cristianos contra la barbarie que quiso devorarlos. El Imperio otomano, los jóvenes turcos y Kemal trataron de aniquilar a un pueblo entero. Sin embargo, ¿qué han logrado por el genocidio? Los armenios están todavía aquí y sus víctimas han sido declaradas Santos. El Papa Francisco ha declarado a San Gregorio de Narek “Doctor de la Iglesia” y ahora la Iglesia armenia ha canonizado a las víctimas. Este proceso a nivel religioso abre el camino a todas las iglesias cristianas. Y aquí el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla puede tomar una posición significativa para la historia.