5511 - Monólogo sobre el genocidio

N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou

¿Quién puede soportar la existencia de un genocidio? Silencio. ¡Nadie! Tiempo. Pero entonces, ¿quién? Tiempo. ¡Los monstruos! Sí, ellos pueden… Si aguantan todas las injusticias humanas… ¿Por qué no las inhumanas también? Claro, ¿por qué no?… Al fin y al cabo, ¿los necesitamos para algo más? Tiempo. Por supuesto que no… Basta con que se resistan a los animales y salven a los seres humanos… Pero ¿esto es vida? ¿Quién podría soportarlo? Silencio. ¡Nadie! Tiempo. ¿Y la alegría? Pausa. Ellos no están destinados para ella… Si no comparten el dolor, ¿para qué compartir la alegría? La alegría es humana, ¿no? No la necesitan. Su existencia se deriva de la necesidad. Si las personas no fueran la fuerza del sistema, si los animales no fueran las herramientas del sistema, ¿quién encontraría útiles a los monstruos? Silencio. ¡Nadie! Tiempo. Una pregunta sólo… Ahora que lo pienso, ahora que estoy solo, ahora que no tengo familia, ¿cómo he conseguido ser un ser humano? ¿Quién me ayudó? ¿Lo he conseguido solo? Ojalá pudiera decirlo con certeza… Sí, ojalá. ¿Acaso los monstruos? Tiempo. Pero es que ellos, como que… ¡no! Pausa. ¿Por qué? Tiempo. Sí, ¿por qué? Los monstruos son así desde el principio. Han nacido monstruos; para ayudar a los seres humanos… Y ¿por qué? ¿Por qué? Silencio. ¿Cuál es la verdadera razón de este papel? ¿Cuál? No sé, sinceramente no sé… Silencio. A menos que… Tiempo. A menos que sea la humanidad. Entonces todo se explica.