26773 - No hay neutralidad

N. Lygeros
Traducción al español de Olga Raptopoulou

No hay neutralidad cuando se trata de un crimen contra la Humanidad, porque en este caso sólo estás a favor del perpetrador. La acción de la organización terrorista Daesh constituye un genocidio y nada más. Y en cuanto a la herejía, es isomorfa a una religión de muerte. En otras palabras, no hay ningún marco de negociación, ya que su objetivo no es la conversión de religión, sino el exterminio literal de todos los que se consideran enemigos, según la evaluación de estos criminales de la Humanidad. Por lo que la neutralidad, que funciona inicialmente como indiferencia y continúa como olvido, actúa en contra de la verdad y facilita a los terroristas, de modo que maximice su acción propagando sus repercusiones. Sin embargo, mientras sabemos que la neutralidad nunca ha producido un trabajo constructivo, vemos países que la promueven para esconderse detrás de su dedo, pero sin lograr resultado a largo plazo. Por lo tanto es muy importante que los pueblos escapen de la masa de la indiferencia y del olvido para poder participar realmente en la lucha a favor de la Humanidad y en contra de la barbaridad. Dado que no se trata de una guerra de civilizaciones, sino de una guerra entre la civilización y la barbarie, porque la última jamás ha sido para la Humanidad ni siquiera muestra de civilización. Y si nos damos cuenta de ello, entonces dejaremos de ser cómplices de lo inaceptable que explota la ignorancia de los individuos para aniquilar a los hombres humanos. De hecho, sólo la lucha contra el genocidio se convertirá en un acto irreversible para el futuro de los inocentes.