16289 - Siglos de ocupación

N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou

Siglos de ocupación vivió España y Córdoba fue torturada más que cualquier otra ciudad, ya que tenía que servir como ejemplo a imitar.
Por supuesto, la construcción comenzó mediante imitación para evitar así la innovación, porque no querían que destacara, sino simplemente que existiera, de modo que quedara fuera de contexto cualquiera duda futura.
Sin embargo, la influencia de la España romana apareció de nuevo porque las piedras de la basílica de los testigos del Santo no se habían olvidado de su memoria.
Incluso los colores de los arcos, que se presentaban alternados, tenían el estigma del arte de los nuestros.
Las cosas empeoraron cuando los opresores se convirtieron en institución independiente.
Las torturas contra los cristianos se hicieron todavía más brutales.
Sus medidas eran inhumanas porque temían incluso a su sombra.
No querían que existiera siquiera una esperanza de liberación.
Error estratégico.
Porque cuando no tienes ninguna esperanza, no tienes nada que perder, decía el Maestro.
Pero como todo eso no les bastaba a los opresores, desearon utilizar el arte de los cristianos a fin de parecer más formidables incluso que Damasco.
Los esclavos españoles no les fueron suficientes, así que trajeron también bizantinos, y construir así más allá de sus límites, en tamaño y belleza.
Pero el edificio se parecía cada vez más a la estructura original de la Basílica.
Completamente por casualidad, por supuesto.
En este punto sonrieron los Santos, porque habían entendido los trucos y las estratagemas de los nuestros, aprendidos a su vez de las Enseñanzas.
En la fase final las ampliaciones servían sólo a las apariencias del poder, quien pensaba que era aún más potente por medio del tamaño de los cambios.
Y entonces empezó a copiar, degenerando cada intento arquitectónico con el uso de pintura en lugar de la alternancia de la piedra y el ladrillo.
Arrancó entonces la cuenta atrás.