15450 - Cuando el monasterio se abrió

N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou

Cuando el monasterio se abrió nadie podía
imaginar quién podría hallarse a la puerta.
Sólo un monje guardaba una pequeña esperanza.
Como un candil que no se hubiera apagado.
No se había olvidado nunca de los actos.
Aquellos que habían cambiado el mundo.
Aquellos actos tenía en su mente cuando
reconoció al hombre ante la puerta.
Sintió inmediatamente el espíritu.
Había regresado pues.
Y él no lo había abandonado en el olvido.
Este monje era ermitaño.
Y era ahora el encargado de la biblioteca.
La biblioteca legendaria de los textos sagrados
no le reservaba ningún secreto.
Y ahora llegaba el amigo.
El amigo de antaño.
El Hombre milenario.
Pedro volvió a sonreír.
Había llegado la memoria del futuro.