15422 - El ataque bárbaro

N. Lygeros
Traducción al español de Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou

El ataque bárbaro golpeó a los peregrinos.
O mejor dicho a los que no habían aceptado la prohibición.
Los nuestros no podían arrodillarse.
Nadie tenía el derecho a prohibir la Cruz.
Desde hacía siglos los nuestros la honraban.
Y los Lugares se habían hecho santos.
La continuación no se había detenido.
Hasta la prohibición.
La barbarie quería romper esta continuación.
No quería que existiera el sendero de la luz.
Ni incluso de noche, cuando Dios iluminaba su casa.
Luego golpearon a los inocentes, desarmados.
Y mataron a los que ofrecieron resistencia.
Pocos fueron los que lograron escapar.
Y Pedro fue uno de ellos.
Esto fue lo que el Maestro de armas había aprendido.
Él no se sentía triste.
Pero sentía la herida.
Y cada inocente era una herida.
Se acordó de batallas viejas.